martes, 29 de noviembre de 2016

Recochineo

O "recaballeo", más bien... al anunciar en el Departamento que me iba este pasado fin de semana de vuelta a Bélgica, más de uno me dijo con bastante sorna que "ojo con los caballos"... Como ésos dos de arriba era nuestro amigo. Ésos dos, dos konik a los que pillamos peleando nada más llegar a la reserva natural que visitamos el sábado por la mañana. Pero no hubo caso: durante el resto de la visita sólo nos cruzamos con unas cuantas vacas escocesas. A su debido tiempo saldrán retratadas: ya sabéis, cuando baje todas las fotos, las revise... etc etc. Y cuando no me coma el laboratorio. A ver si antes de Navidad...

sábado, 26 de noviembre de 2016

Auspicios favorables

 Si todo va bien cuando esto se prepublique, hoy deberíamos estar circulando Álex y yo por una de las carreteras que ayer estuve visitando vía Google Street View para hacerme una idea del ambiente... visita durante la que "me crucé", encantado, con varios grupos de gente con prismáticos y telescopios. Pinta bien la cosa...


viernes, 25 de noviembre de 2016

El libro dio su espíritu...

... quiero decir que se acabó. Ayer terminé de releer la segunda parte del Quijote, con mucho gusto y mucha más pena. Y de todo lo que podría comentar, pues comento lo que me sorprendió y agradó leer las palabras que Cervantes pone en boca de su criatura, alabando las bondades de Barcelona: "archivo de la cortesía, albergue de los estranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única; y aunque los sucesos que en ella me han sucedido no son de mucho gusto, sino de mucha pesadumbre, los llevo sin ella, solo por haberla visto.". Y en este año que ya termina, de aniversario cervantino y nacionalismos desbocados, me dio un poco que pensar...

Tendré que volver a Barcelona, ciudad a la que no he terminado de pillarle el punto, pero en la que voy teniendo cada vez más amigos; me apetece casi, de hecho, ir y echar algunos días... pero no va a ser hoy. Hoy toca volver a Bélgica, antes de que Álex se vuelva a Madrid; a darle uso al telescopio ahora que debe de estar aquello lleno de gansos. Y terminaré comentando en el blog este fin de semana antes que el de Berlín; ya me vale...

miércoles, 23 de noviembre de 2016

PCR, RCD...

Por completar mi entrada de ayer, iba a decir que "algo bueno tenía que tener volver al laboratorio", pero no estoy seguro de que sea realmente bueno: la radio. Las radios de laboratorio son un mundo en sí mismas, reflejo en cierto modo de la forma de ser de sus habitantes. Y estos días estoy descubriendo que en Dijon la gente no escucha el equivalente de lo que sería "la cadena generalista complutense", sino el de Radio 3: Radio Cultures Dijon. Con todas sus moderneces variadas e historias exóticas de otros países y otras épocas. Y no es que le guarde mucho resquemor a Radio 3 en este sentido, pues gracias a ella conocí a Los Punsetes, por ejemplo; pero es que ampliar mi cupo de música extraña del panorama español al francés me da bastante pereza... menos mal que Cefe es de la cuerda y puedo tirar de sus aportes y descubrimientos para irme renovando:

martes, 22 de noviembre de 2016

La gota china

A mi entrada de la semana pasada sobre los estragos de la edad, me gustaría añadir ahora la pérdida de memoria; de pasajes de lo más aleatorio además.  Pero, entre una sucesión de ojos del Guadiana, quedan aquí y allá retazos del pasado profundo, que vaya usted a saber por qué motivo se quedaron grabados en mi mente infantil. Recuerdo saber "desde siempre" que el halcón peregrino era el ave más rápida, y que una amiga de alguna de mis dos hermanas tenía un bonsai... Y recuerdo muchas de las historias contadas por mi tía, claro, que a base de hacerme de niñera lo tenía más fácil para que lo que me decía se me fuese quedando, en un cerebro aún por llenar. Y me acuerdo estos días de PCR tras PCR de que "la mayor tortura del mundo" era la de dejar caer continuamente una gota de agua en la frente del condenado; me acuerdo porque siempre me ha hecho gracia esto que hacemos en el laboratorio de mezclar "agua con agua", esperando que salga algo. Por eso y por la monotonía infinita de hacer los mismos gestos una y otra y otra vez... nada que no os haya contado antes, vaya; que, como buen viejo, también me repito. Y lo gracioso es que luego, encima, resulta que casi lo disfruto: al menos me voy para casa con la satisfacción de "haber trabajado"; de haber hecho algo cuantificable, y no como los días en que toca "leer y pensar" (en las musarañas)... en fin; si todo va bien y las mezclas acuosas dan sus frutos, a ver si ya me quito lo gordo de encima esta semana. Que ya tengo ganas de volver a pensar.

sábado, 19 de noviembre de 2016

jueves, 17 de noviembre de 2016

Me hago mayor

O, mejor dicho, estoy mayor; que el título de la entrada admite una interpretación positiva, y eso es lo contrario de lo que pretendo... Esta semana me he puesto a trabajar en el laboratorio; de entrada cuando vine a Dijon no estaba previsto, pero al final el contrato del técnico terminó antes de que se hubieran mirado los parásitos de todas las especies, y me toca ahora a mí completar los resultados. Y he recordado lo que ya había notado en Madrid antes de empezar aquí: que las gafas de lejos ya no me dejan enfocar de cerca, y que para montar PCR's tengo que estar poniéndomelas y quitándomelas a cada rato. Y acabaré por ponerles un cordelillo, ya veréis, y ya de ahí cuesta abajo sin frenos... Noto también el paso del tiempo en mil cosas físicas más, pero lo que más me fastidia posiblemente sea que me cuesta más dormirme, y menos desvelarme, una vez dormido y despertado por algún sobresalto. O porque los análisis de laboratorio no terminan de salir, que está siendo la cruz de esta semana de horas interminables entre pipetas... con y sin gafas.

martes, 15 de noviembre de 2016

Aniversario mostacero (IX)

"Burla, burlando", que decía Quevedo, van ya nueve meses en Dijón. Cifra que enseguida hace pensar en embarazo y parto; y no anda muy desencaminada la cosa, pues desde el viernes pasado tenemos ¡por fin! un (¿primer?) artículo en revisión, fruto de mi poco trabajo, mi mucha vagancia y diversos quehaceres de mis compañeros de grupo. Ya veremos si cuaja, cuándo, y en qué revista... entremedias yo disfruto del veranillo de San Martín: del sol de noviembre que tan agradable hizo el paseo del sábado por los viñedos, del cielo despejado para mayor lucimiento de la superluna de ayer. Hoy volverá la lluvia, volverá a tocar bucear a ras de suelo al salir del laboratorio... pero nunca choveu que non parase.

lunes, 14 de noviembre de 2016

La "Costa Parda"

Un mes más tarde de mi visita con Cefe, volví el sábado con Miguel a Beaune, a pasear por los viñedos y el monte. Y nos encontramos con que la côte había pasado ya del verde al pardo, sin que pudiésemos gozar del estado dorado intermedio...

Fue un paseo muy entretenido en todo caso, bajo el sol y la temperatura agradable que no habíamos tenido en toda la semana. Y algo de oro aún quedaba, además; y muchos pequeños racimos sin vendimiar, como se medio ve en la foto. Esto me extraño, porque al probarlos (ejem...) vimos que estaban buenos. No sé si es que vendimian estos viñedos a máquina y éstas no fueron capaces de recoger los racimos pequeños, o es que, por la causa que fuese, la cosecha este año fue muy mala y los pocos racimos que se veían eran en realidad todos los racimos, y al propietario no le pareció que fuese a salir rentable cosecharlos.

A las grajas Corvus frugileus en cambio sí les salía muy a cuenta; a ellas y a los estorninos, que se pasaron el día de aquí para allá, trasegando uvas de la parra al buche.

También al zorzal charlo Turdus viscivorus le gustan mucho los frutos, pero éstos, muy desconfiados, no salían de la espesura y de lo alto de los árboles al viñedo. Comprensible, habida cuenta de la afición de los franceses a la caza: a fin de cuentas, "a falta de pan, buenas son tortas", se dice en francés faute de grives, on mange des merles ("si no hay zorzales, comeremos mirlos"), reflejando la estima en que tienen su carne. Comida no les faltaba dentro del bosque en todo caso, que estaban los tejos, mostajos, muérdagos y alheñas cargados de (cada vez menos, claro) bayas.

Tras el paseo por el monte, comimos de nuevo en el parque de La Bouzaise, donde me alegró poder añadir algunas especies nuevas a los archivos.

En nuestra primera visita ya había visto unos cuantos zampullines comunes Tachybaptus ruficollis, pero se habían mantenido, como suelen, siempre al amparo de la vegetación. El sábado en cambio un grupete de cuatro descansaban plácidamente en aguas abiertas, como pequeños patos de goma con culo de brocha de empolvar.

Y lo que no había en mi anterior visita y sí en ésta eran ánades frisos Mareca strepera. de plumaje sobrio pero elegante, con ese vermiculado que tienen casi pétreo. Como el laguito del parque, de aguas muy transparentes, abunda en vegetación subacuática, no tenían los frisos problema para comer sin molestar a nadie. y lo digo porque cuando la vegetación está mala de conseguir, tienen la costumbre de arrimarse a las fochas (buceadoras éstas) para quitarles por las malas las hierbas con que suben del fondo.
Fue un buen punto ver en el parque estos frisos, silvestres pero tranquilizados por la conifanza que les trasmitían las otras aves, más relajados que cuando uno se los cruza en una laguna cualquiera en la naturaleza.

... aunque no tan relajados y espabilados como los azulones Anas platyrhynchos que nos rondaron los pies, con una insistencia bastante marrullera, hasta que nos terminamos las últimas migajas de los bocadillos. Nos verían cara de focha...

viernes, 11 de noviembre de 2016

Socialité

Toca entrada vespertina y "en directo" hoy, en vez de la habitual prepublicada a las siete de la mañana. Entrada desde casa, donde estamos ahora tan tranquilos, disfrutando de la calefacción en esta tarde a la vez fría y festiva (al igual que en el Reino Unido). Y explicar el "mos" del "estamos" es el objetivo de esta entrada: desde hace una semana tengo un compañero de piso. Miguel, el segundo español en llegar, no encontraba nada decente y amueblado donde alojarse, y como a mí ya no me queda mucho aquí, y tenía una habitación libre, pues hemos optado por que se venga ya para aquí y programar un traspaso definitivo para inicios de año, como en la Casa Blanca. Y de momento marcha la cosa bien; espero que no se canse de mis manías, que yo con la compañía estoy bien a gusto...
Por lo demás, y como os comentaba en esa entrada que acabo de enlazar, la llegada de Cefe y Miguel ha hecho que mi vida social dé un giro de 180º, no sólo por lo que a alternar con ellos se refiere, sino porque a través de ellos he podido acceder al resto de juventud del Departamento. Ya os comentaba en septiembre que, gracias a la preparación del congresillo de ayer (que fue muy bien), había descubierto a la vez que había (post)docs, y que los de mi grupo tenían unas tendencias en general segregacionistas. Pero a estos dos españoles desde el principio sus jefes les dijeron que fuesen a comer con el resto de la chavalada, y usándolos de punta de lanza he ido soltándome yo también con el resto de la gente. Y aún como con los míos, pero ya comparto con los demás los cafés, momentos de quedar por la tarde, o eventos como el cumpleaños de la empanada o un recién inaugurado club vespertino hebdomadario de "pizza + serie". Ha tardado en llegar un poco esta parte de la experiencia postdoctoral, pero bienvenida sea, que la disfrutaremos el tiempo que dure.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Fuera de concurso

Bueno, pues si todo va según lo previsto, hoy a las nueve estaré hablándoles de lo de siempre a los compañeros del Departamento y a los alumnos de máster que se quieran pasar por el congresillo de investigadores (post)doctorales. He aquí la primera diapositiva; no sé si os suena... 

Aunque lo hayan organizado los chavales a nivel "doméstico", la verdad es que está cuidado bastante al detalle. Tiene por ejemplo lo que más valoro: gran cantidad de pausas con café, bollos y demás zarandajas. Tiene un tiempo previsto de meet the speakers, para que los de máster puedan preguntarnos cosas al final en un ambiente menos formal que dentro de la sala, y tiene... hasta un trofeo para el doctorando que dé la mejor charla; trofeo que en principio debería ser trasmitido de año en año con cada edición del congresillo.


Y si por "trofeo" estabais pensando en una copa con una plaquita cutre en la base, no podríais andar más equivocados... tirando de impresora 3D, los chicos han montado esa estructura, estilo proyecto de casa para pájaros, amalgamando una serie de elementos representativos de cada uno de los grupos que integran el departamento. Lamentablemente, los tres postdocs españoles no entramos en la liza... lástima; habría quedado bien en mi mesilla*.

* O en la de Miguel, o en la de Cefe ;-)

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Racers

Ayer os entretuve con un documental "de mentira", y hoy, que tampoco tengo nada relevante que contar, con uno de verdad; uno de todas maneras del que, al igual que de Piper, está hablando ya todo el mundo: la BBC acaba de estrenar la segunda parte de la serie Planet Earth, también narrada por Sir David (aunque al pobre ya no lo pasean tanto del uno al otro confín), y el público mundial está a un tiempo encantado y horrorizado con una secuencia en la que una iguana marina recién nacida debe viajar desde la parte alta de la playa donde se incubó, a salvo de las mareas, hasta los roquedos de la orilla donde viven las de su especie, atravesando para ello una zona infestada de culebras que no tienen para con ella demasiadas buenas intenciones. Muchos, que igual pensabais que la ausencia de patas hace a las serpientes ágiles y silenciosas, sí, pero a cambio de sacrificar la rapidez "en línea recta", puede que os sorprendáis al ver las imágenes. Pero no en vano el nombre genérico de varios tipos de culebra en inglés es racer... os dejo con el corte del vídeo disponible en Youtube; y si lo queréis ver un poco más largo, aquí lo tenéis también.

martes, 8 de noviembre de 2016

Sanderlings

Ya, ya sé que os debo las entradas de Berlín... pero me da que, entre pitos y flautas, no me voy a poder poner con eso esta semana tampoco: de momento ésta me pilla bastante liado preparando por las tardes la charla que daré el jueves: ¿recordáis una primera reunión que tuvimos para hablar del tema? Pues eso, que durante todo el jueves tendremos un congresillo de (post)docs en el Departamento, en el que me toca dar la primera charla; charla que aunque ya está hecha (reciclo la de Azores) tengo que aprenderme en francés. Y a mayores hay otra serie de asuntos más sociales aún que me están robando gustosamente algo de tiempo estos días, y que ya comentaré en las próximas entradas. De momento y por si no lo habéis visto aún, os dejo con el último corto de Pixar, Piper, que me ha enseñado Andrea y que me ha pillado especialmente desazonado porque tengo muchas ganas de salir al campo, y se anuncian sin embargo muchos días seguidos de lluvia y frío. Trata sobre un simpático correlimos tridáctilo (y ya es casualidad que justo el correlimos tridáctilo no se llame en inglés "loquesea sandpiper", sino "sanderling" a secas) y la verdad es que, salvo por pequeños detalles como que los correlimos no crían en las playas en las que pasan el invierno cubiertos por su albo plumaje de ídem, sino en la tundra y vestidos por su pardo plumaje de verano, está muy bien logrado; carreritas de juguete de cuerda y trinos de limícola incluidos, que son los que me acrecientan las ganas de sacar el telescopio a pasear. Ya tocará...

sábado, 5 de noviembre de 2016

Talibanes gástricos

No sé si es algo bueno o malo, aunque tiendo a pensar que lo primero: con los años noto que cada vez soy más flexible cuando las cosas no son "como tienen que ser" y más comprensivo con los transgresores*; y noto que, por el contrario, los intransigentes de uno y otro signo me caen cada vez más gordos. Y por no meterme en disquisiciones más profundas, me voy a referir ahora a los talibales alimenticios, a los paladines del "esonoesunapaella" y demás ralea, de la que por veces he formado parte. ¿Que en Madrid os pone contento echarle aceite, sal y pimentón a algo, aunque sea a un yogur, y apellidarlo "a la gallega"? Pues tan amigos todos; que todos los males en el mundo sean ése...
Y todo esto para contaros que, anteayer, hice mi primera "empanada gallega" :-)

Y tan orgulloso que estoy de la misma. Lo que me hace gracia, y está en el origen de esta entrada, es que si me animé a meterme en harina fue precisamente por copiar la receta de Cefe, almeriense, que de más lejos de Galicia no puede ser; por copiar su receta de empanada de queso, bacon y dátiles, pero cambiando el relleno, que tampoco es que fuese muy rianxeiro que digamos, por algo más propio de la tierra (atún. Y aceitunas y huevo duro).
Ambas empanadas fueron sacrificadas a mayor gloria de sus cocineros en un cumpleaños becarial, el jueves por la noche; cumpleaños donde no escasearon los halagos. Y fue comentando la jugada a posteriori cuando otro francés nos dijo que a ver si hacíamos otro día un postre "típicamente español". "Español... como ¿el arroz con leche?" Pero el arroz con leche ya lo conocían aquí, como tantas otras cosas que se nos fueron ocurriendo. Por fin, dimos con el postre autóctono ideal: "¡unas torrijas!". Pero ¡ay amigo!, que resultó que en Francia también las tenían. Y seguro que también tienen su recua de talibanes torrijeros, defensores de una receta canónica de ingredientes y cantidades exactas... en resumen: que casi nunca está de más saber quitarse la boina y tener un poco de altura de miras, antes de enrocarse en una defensa numantina de las cualidades y exclusividad de la tortilla que hacía mi abuela... mi abuela metafórica, quiero decir. Como la tortilla.


* Pero ojo, que sea bueno transigir con el pecador no está reñido con llamar a las cosas por su nombre: las cosas claras, y el chocolate espeso.

viernes, 4 de noviembre de 2016

P = GxE

P = G + E : el Ortega de la Biología. Phenotype equals genotype plus environment, "fenotipo es igual a genotipo más ambiente". Los genes determinan cómo es uno, pero el entorno en que nos desarrollamos condiciona esto en buena medida. Dos esquejes del mismo geranio, plantados en macetas con tierra diferente y condiciones de luz y riego distintas, se desarrollarán como dos plantas bien poco parecidas la una a la otra...
Recordé todas estas disquisiciones de Genética de 2º al leer un artículo recién publicado sobre pájaros carpinteros que no eran lo que parecían ser... En Norteamérica hay dos tipos de carpintero escapulario Colaptes auratus: especies distintas o subespecies; muy cercanas en cualquier caso. Las dos formas se distinguen en las marcas de la cabeza y en el color de base de alas y cola, que es rojizo en la forma occidental (grupo 'cafer') y amarillo en la oriental (grupo 'auratus').

Imagen de aquí. Aunque ellos la han chorizado de la Sibley
Ambas formas se reparten a grandes rasgos el este y el oeste del continente, pero coinciden en muchas partes, y no parecen tener gran problema en hibridar, teniendo sus descedientes un aspecto intermedio entre ambas.
El problema vino cuando esos "híbridos", cuyos genes mixtos determinaban a su vez su plumaje a medio camino entre los rojos y los amarillos, empezaron a dejarse ver en zonas de la costa atlántica muy alejadas del área de contacto entre ambas formas. Y es aquí cuando, para ver por qué de repente había pájaros híbridos donde no había nada que se pudiese hibridar, los investigadores firmantes del artículo recurrieron a analizar la composición de los pigmentos de las plumas de carpinteros rojos occidentales, amarillos orientales, y de los "híbridos rojos orientales". Y lo que descubrieron fue que el "rojo occidental" y el "rojo oriental" no eran en realidad el mismo rojo, sino que provenían de pigmentos distintos. Más aún: descubrieron que las nuevas aves rojas orientales se habían vuelto de ese color por comer de los frutos de algunas especies de madreselva introducidas, que se habían vuelto especies invasoras precisamente en las zonas donde aparecían estas aves con coloraciones aberrantes. No era pues un "rojo genético" el de estos carpinteros, proveniente de la hibridación, sino un "rojo ambiental", aunque a primera vista ambos no se distinguiesen. De hecho las aves que pierden algunas plumas y las reponen justo cuando las madreselvas fructifican, adquieren un curioso aspecto parcheado, señal del origen externo de este pigmento.
Este artículo no contiene ningún descubrimiento sensacional y no se ha publicado en ninguna revista de alto copete, pero me ha resultado especialmente entretenido por lo que sí tiene: la respuesta a una de esas preguntas intrascendentes que nos hacemos de vez en cuando por el campo, al mirar algo dos veces y darnos cuenta de que no es como debería ser. La respuesta a una de esas preguntas que hacen que ser naturalista sea tan divertido.

jueves, 3 de noviembre de 2016

¡Acabráramos...!

No estoy muy inspirado hoy; pero no es problema, porque ya lo estuve en su día: a la espera de dar comienzo a la serie de entradas sobre Berlín, os dejo de momento con mi artículo de noviembre en EMNMM, sobre los últimos animales que le dan algo de vida a la Sierra, antes de que con el invierno y la nieve la naturaleza, allá arriba, eche la persiana... espero que os guste casi tanto como estas portadas con que nos agasaja Ramón.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Otoño urbano, II

Tiergarten
 Como me esperaba, Berlín era una ciudad con mucho verde. O, por hilar más fino, con mucho amarillo: con mucho otoño, en parques, plazas y  avenidas. Árboles a medio desnudar en los que grajas y grajillas se reunían para pasar la noche, o a través de los que las cornejas cenicientas perseguían a los azores que sorprendían al descubierto. Breves observaciones ornitológicas salpimentando, aquí y allá, un puente de lo más entretenido, que ya iré desgranando en las próximas entradas.

Pero tenedme paciencia, que hacer la criba de todas las fotos que hice me levara bastante tiempo. Así que, por si esto se alarga mucho, vaya por delante el agradecimiento a mi señora anfitriona. Y al MINECO, por financiarle la estancia predoctoral ;-)