martes, 17 de mayo de 2016

Baños de Molgas

17 de mayo, Día das Letras Galegas. Festivo con el que muchos ahí en la esquina noroeste habréis hecho puente. Día dedicado este año a Manuel María, al que yo creía recordar de las clases de Lingua e Literatura Galega, pero que descubro ahora que confundo con Manuel Antonio. Día das Letras Galegas que me pilla este año releyendo... el Quijote. No porque estemos en el aniversario de Cervantes, sino porque está entre los pocos libros que, por lo largos y enjundiosos, decidí traerme a Francia; aunque ya que coincide, pues felice coincidencia. El caso es que pensando en el Quijote y Galicia, mi mente dio un giro (no tan) inesperado y acabé viajando a Baños de Molgas.

De la web del balneario
Baños de Molgas, una villa orensana relativamente cercana a mi aldea, atravesada por el Arnoia y por el ferrocarril a Madrid. Una villa conocida por su balneario, el edificio de la foto, al que siendo yo pequeño acudíamos de vez en cuando a visitar a mis tíos de Ferrol (QEPD), que eran muy de pasar temporadas veraneando en balnearios y que solían bajar con frecuencia a éste, en tren, ¡qué del S. XX, todo ello! Más recientemente, en el verano de 2007, volví a visitarlo varias veces desde la aldea: estábamos allí todo el verano cuando todavía vivían mis abuelos, y mi hermano quiso ir a hacer vahos para tratarse unos problemas respiratorios. Lo llevé varias tardes, en el Polo gris que tuvo brevemente mi hermana mayor: la última ocasión en que conduje con relativa frecuencia y soltura; y el balneario estaba igual que siempre: oliendo a humedad y a viejo(s), como detenido en el tiempo, de forma que lo que décadas atrás podría haber pasado por glamuroso parecía ahora decrépito, más por lo anacrónico que por lo gastado. Las mismas ventanas "a ras de río" por las que intentaba ver nadar alguna culebra de agua, aburrido de la charla entre mis padres y tíos... Todo, todo igual, pero con un pequeño salvavidas en la mochila: el Quijote listo para ser descubierto por primera vez, entre vaho y vaho de mi hermano. Todo eso me ha recordado ahora ver el libro sobre mi mesilla...

No hay comentarios:

Publicar un comentario