domingo, 15 de octubre de 2017

Antílopes de todo pelo (PNM, II)

Trascurrida una semana de aburrida y atareada facultad, voy ya sacando ratos para poner algo de orden en las fotos del fin de semana pasado, así que vamos sin más dilación con algunas de ellas. Empezando por los antílopes, cuya diversidad y abundancia da justa fama al parque de Mokala. Ya os había enseñado en una entrada anterior al ñu de cola blanca Connochaetes gnou, especie propia del sur de África y salvada de la extinción in extremis a comienzos del S. XX, que es uno de los iconos del Parque...

... pero sin duda la especie más abundante, en Mokala y en general en las zonas abiertas de casi toda Sudáfrica, incluso fuera de las reservas, es el springbok o gacela saltarina Antidorcas marsupialis. Y sí que saltan, sí: en Mokala no hay depredadores mayores que un chacal, no hay leopardos, guepardos, leones o hienas; y los herbívoros llevan así una vida bastante relajada. Pero de vez en cuando a las gacelas les daba la venada y escapaban cuando parabas el coche a su lado, dando los saltos que las han hecho famosas en los documentales.

Imagino que la ausencia de depredadores tendrá algo que ver en la relativa frecuencia con que se veían gacelas melánicas en el Parque: desde las que solo parecían ligeramente "ahumadas" hasta las que eran casi por completo color chocolate, como la de la foto. La verdad es que es un concepto que se me hace raro, este de los parques nacionales sudafricanos, de vallar una zona "pelada", soltar bichos chulos y entonces proteger la reserva; en vez de proteger solo zonas que conservasen su riqueza de forma natural (que también lo hacen, vaya). Te encuentras así con sitios como este, donde hace diez años no había nada y ahora hay un montón de herbívoros bastante escasos en otras reservas, pero que no son controlados por nadie que se los coma, de modo que imagino que, o sueltan en algún momento carnívoros también, o tendrán que acabar controlándolos de forma manual.

Desde un punto de vista más "listero", te da algo de escrúpulo tacharte bichos así, pues no dejas de tener la impresión de que estás en una especie de zoo-safari... pero también es verdad que muchos de estos bichos ya solo persisten en sitios así; bichos como el antílope ruano Hippotragus equinus, una especie muy grande y bonita que tenía muchas ganas de ver. Me lo taché en el parque... y justo al salir del mismo vimos a su especie hermana, el más bonito aún antílope sable (que habíamos buscado sin éxito de verjas para adentro), pastando pegado a la carretera, tras la verja de uno de los enormes cotos de caza de este país, anejo al parque y que seguramente fuese casi tan grande como el mismo. ¿Y por qué me tacho uno en tierras públicas y al otro en tierras privadas no? ¿Solo porque supongo  -pues saber no lo sé- que uno estará menos manejado que el otro? Será...

En fin, disquisiciones acerca de si el ambiente que visitábamos era más o menos natural aparte, sí disfrutamos mucho con los distintos animales. A medida que uno dejaba atrás las zonas de pradera donde estaba nuestro campamento, también iba cambiando la composición de especies. Cuando empezaba a haber más arbustos y árboles, en vez de ñus de cola blanca se veían ñus azules Connochaetes taurinus, que aquí en el sur (en el Kruger también) son animales que forman grupos pocos numerosos que se mueven en zonas resguardadas, no esos rebaños de miles de ñus que se ven en el este de África en los documentales, en zonas abiertas.

Sustituyendo al antílope ruano, en las zonas más arbustivas veía uno bastantes ejemplares de su pariente el órix del Cabo, o gemsbok Oryx gazella, una especie preciosa; y que de nuevo aunque aquí buscaban la vegetación desarrollada, más al oeste, en el Kalahari y el Namib, se los encuentra uno pastando entre las dunas, donde casi no crece nada.

Una especie grande y bastante elegante, que se encontraba uno por todas partes durmiendo bajo los arbustos a mediodía, era el alcélafo o hartebeest Alcelaphus caama (son muy divertidos, por lo sonoros, los nombres afrikáner de estos antílopes, que son los que se usan de forma habitual en inglés también). Al contrario que los cuernos de otros alcélafos de más al norte de África, los del de aquí se alzan en forma de lira, en vez se abrirse en semicírculo a los lados...

...lo que permite distinguirlo del tsetsebe Damaliscus lunatus, una especie por lo demás muy parecida y uno de los antílopes más veloces; y que aunque está en general bastante amenazado, en el parque no era raro.

Ramoneando en las zonas arbustivas aparecían por aquí y por allá unos cuantos elands comunes Taurotragus oryx. Los elands son los antílopes más grandes de África, igualando en tamaño a varias de las razas pequeñas de vacas. Al igual que las vacas (no todas...), son de temperamento tranquilo y se les puede domesticar y ordeñar. Hubo en tiempos en Sudáfrica granjas de elands, y aparentemente aún las hay en regiones esteparias del sur de Rusia. Dentro de la familia de los bóvidos, los elands y sus parientes del género Tragelaphus, como los kudús (que también había en el parque)...

... los nialas T. angasii como estas bellezas que bajaron a beber a una charca, un macho y dos hembras; y otros, son el grupo hermano de vacas, bisontes y búfalos, mientras que el resto de los "antílopes" se desperdiga en diversas tribus a lo largo del resto de la familia, incluyendo por el medio a cabras y ovejas. A lo que voy: que "antílope"es solo un nombre, pero no una categoría taxonómica natural.

Y tras sacaros antes al grandullón del eland, cierro ahora con uno de los más pequeños, un steenbok Raphicerus campestris, que sé que os gusta, con sus orejotas de burro. También me gusta a mí, para qué lo vamos a negar...

2 comentarios:

  1. ¡Qué pasada, Antón! Hay algunos que ni sabía que existían... Qué dientes más largos me pones...

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    1. No es ninguna vergüenza: mira que me he hinchado a ver documentales de pequeño, y me pasa lo mismo que a ti... Por lo demás tendrás que venir a verm/e/nos/los, antes de que se te pongan los dientes como defensas de elefante.

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