jueves, 21 de diciembre de 2017

Tiritando de alegría

¡Qué frío hace en Madrid! En realidad, ni más ni menos que cualquier otro año por estas fechas, pero a uno, que venía de estar a las puertas del verano, le ha pillado a contrapelo; aunque (aún) no me he resfriado... Por otra parte es verdad que no salgo de la calle: hay demasiada gente que ver, tanto de los que ya estaban aquí, como de los que también han vuelto por Navidad. Eso por un lado, y por otro ¡qué narices!, que me gusta pasear por aquí: me gusta poder llegar andando a sitios (y no solo a un centro comercial, porque todo lo demás ya queda demasiado lejos), y a los que no, poder llegar en transporte público; me gusta poder salir a la calle a cualquier hora, sin preocuparme de si se hace oscuro y hay que buscar refugio, me gustan el olor de las hojas húmedas y el del nisperero, me gusta reencontrarme con las aves de ciudad de aquí, que de tan olvidadas que las tenía casi las veo como nuevas (ayer "me taché" la lavandera blanca, el mosquitero común y el colirrojo tizón...)... y espero, antes de que ya me toque volver, dejar de caminar por la izquierda, de mascullar un "sorry" en vez de un "disculpe" cuando me tropiezo con alguien, y de hablar mal dela gente en alto al creer que no me entienden. Y que me dé tiempo de seguir viendo gente y sitios. Ya queda la carta escrita...

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