... quiero decir que se acabó. Ayer terminé de releer la segunda parte del Quijote, con mucho gusto y mucha más pena. Y de todo lo que podría comentar, pues comento lo que me sorprendió y agradó leer las palabras que Cervantes pone en boca de su criatura, alabando las bondades de Barcelona: "archivo de la cortesía, albergue de los estranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única; y aunque los sucesos que en ella me han sucedido no son de mucho gusto, sino de mucha pesadumbre, los llevo sin ella, solo por haberla visto.". Y en este año que ya termina, de aniversario cervantino y nacionalismos desbocados, me dio un poco que pensar...
Tendré que volver a Barcelona, ciudad a la que no he terminado de pillarle el punto, pero en la que voy teniendo cada vez más amigos; me apetece casi, de hecho, ir y echar algunos días... pero no va a ser hoy. Hoy toca volver a Bélgica, antes de que Álex se vuelva a Madrid; a darle uso al telescopio ahora que debe de estar aquello lleno de gansos. Y terminaré comentando en el blog este fin de semana antes que el de Berlín; ya me vale...
Tendré que volver a Barcelona, ciudad a la que no he terminado de pillarle el punto, pero en la que voy teniendo cada vez más amigos; me apetece casi, de hecho, ir y echar algunos días... pero no va a ser hoy. Hoy toca volver a Bélgica, antes de que Álex se vuelva a Madrid; a darle uso al telescopio ahora que debe de estar aquello lleno de gansos. Y terminaré comentando en el blog este fin de semana antes que el de Berlín; ya me vale...
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