Una hembra de Orthetrum cancellatum. Creo. |
Con todo lo pesado que se me hace a veces Manolo García, he de reconocer que me admira cómo, en muchas de sus canciones, es capaz de condensar horas que se intuyen de observación concienzuda de la naturaleza en un verso. Alcotán sobre gravera*, por ejemplo: tres palabras que evocan paisajes veraniegos de masas de agua, las orillas flanqueadas de orlas de espadañas y carrizos, de chopos y otros árboles. Y volando con agilidad casi a ras de agua el halconcito de los pantalones rojos, sembrando el pánico entre los aviones zapadores, o dando buena cuenta las más de las veces de libélulas como la de arriba, capturadas de un golpe de talón y consumidas en pleno vuelo. Alcotanes como el que vimos el sábado (primer día que salgo al campo en cuatro meses y en la misma compañía) volando sobre uno de los estanques que, al borde de un bosque centenario, surtía de pescado a los monjes cistercienses de una abadía vieja como el bosque. Libélulas como la de arriba, que descansaba posada en uno de los caminos que a través del bosque conducían al estanque. Una sola de las múltiples observaciones interesantes de este fin de semana, que ha dado para tanto. Tened paciencia, que en breve habrá más.
* Tan contento estaba yo de poder dar salida en una entrada a una frase que me encantaba desde hace años, cuando voy y, al buscar la canción para enlazarla, descubro que no dice "gravera", sino praderas....
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