Va una entrada, un poco de relleno para vosotros tal vez, pero no para mí. Ayer mismo, en que cumplió él 26, y cumplimos nosotros además cuatro años desde que nos conocimos en el Departamento; ayer digo aterrizaron Álex y Andrea en Berkeley, para hacer (este año, juntos) la segunda de sus estancias de doctorado. Y ya me diréis que qué tontería, que qué más me da que se queden en España o se vayan a California, estando yo en Sudáfrica... no se: es un poco el dolor del emigrado, de ver que la vida sigue allí donde uno la ha dejado; que no se queda todo como congelado, esperando a que vuelva uno... pero estoy contento yo aquí, y están contentos ellos, y estoy contento yo. Yo con mi buena salud, y mi amigo con sus cigarros... casi casi me daría pena que dejase de fumar antes de que volvamos a vernos.
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