Trascurridas dos semanas, volvimos a vernos las caras con el "domador de serpientes", para que pudiese verlo en acción la otra mitad de los alumnos de Vertebrados. Pero esta vez no tuvimos que ir hasta Naval Hill, sino que vino él al Campus. Y malamente refugiados del sol a la sombra de un árbol sin hojas, escuchamos de nuevo su discurso sobre la biología y la conservación de los reptiles...
... discurso que fue bastante más largo que la otra vez, la verdad. De modo que cuando nos metimos en harina y salieron las serpientes a pasear, nos pilló con muchas ganas. Se trajo a nuestras dos amigas de la vez anterior, la víbora bufadora y la cobra anillada...
... y a una tercera amiga: una preciosa cobra del Cabo Naja nivea, que completaba con las otras dos la terna de especies peligrosas del Free State. Se trajo también una pitón de roca Python sebae para que la gente la manosease un poquillo y se hiciese fotos con ella.
Y no sé, la verdad: la línea entre la educación ambiental y el circo puede estar a veces bastante borrosa, y yo con este hombre y sus serpientes no acabo de estar a gusto, o de ver que realmente sea beneficioso... esperemos que sí.
Encaramada a un ciprés cercano, esta garza cabecinegra Ardea melanocephala, un ardeido que suele moverse por pastizales y zonas así en general secas, no nos quitaba ojo. Creo que si le hubiésemos dejado participar en el show nos habría hecho una demostración bastante convincente de cómo opina ella que hay que tratar con las serpientes...
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