miércoles, 29 de agosto de 2018

35

 Echaba ya en falta, este mes que llevo de vuelta de Sudáfrica, haberme acercado a dar un paseo como Dios manda por Madrid Río, pero por fin esta mañana me saqué la espinita caminando desde Legazpi hasta Príncipe Pío. Poca fauna y bastante calor, pero no habría cambiado el plan, me gusta mucho este sitio.

 Tenía ganas de ver, claro, cómo iba recuperándose la zona inundada después de que por fin abriesen la compuerta 9. Bastante triste, así pelado, pero mejor que anegado en agua sucia. El contorno de las islas de sedimentos se mantuvo más o menos, y en algunas de ellas los rizomas de espadañas y otras plantas estaban rebrotando ya.

Veis aquí más de cerca la garceta común Egretta garzetta que se intuye en la foto anterior, que se afanaba en el agua somera, echándose de tanto en cuanto un pececillo al pico.

 Esta gaviota sombría Larus fuscus (la única gaviota de toda la mañana) en cambio se había hecho con una boga tan grande que iba sin más picoteando pedazos de la misma, contemplada de cerca por una urraca (fuera de foco) que estaba atenta para hacerse con los despojos.

Bastante mejor aspecto así que pelado e inundado, ¿no? La próxima vez a ver si me acerco aguas arriba (hacia el Puente de los Franceses) o abajo (por el Parque Lineal del Manzanares) de este mi recorrido típico, para ver qué pinta tiene por allí el río...

Hizo calor hoy, pero creo que no llegamos a los 35 ºC. El título de la entrada no hace referencia pues a la temperatura, sino al número de velas que me ha tocado soplar hoy (metafóricamente, pues no las hubo de verdad). Un día muy tranquilo, por la ciudad adelante, y disfrutando de la amistad de mis amigos. Casi me parece un pecado pedir más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario