Una charca en el monte, en el suroeste madrileño, un lugar donde ciervos y jabalíes bajan de forma habitual a beber, amén de otros animales de grandes orejas...
Animales que no son los elefantes africanos: esos beben y se bañan en otros sitios, por ejemplo, en el Kruger: mi último (latest, que no last) artículo sudafricano, el de los elefantes que escogen dónde beber según la carga de bacterias fecales en el agua, acaba de aparecer publicado en Biology Letters. Es sin duda el mejor de los tres que he escrito durante la estancia, pero no por ser el mejor es especialmente bueno... a ver qué dan de sí los datos de parásitos que estaban empezando a aparecer justo cuando me volví, cuando estén todos disponibles...
La charca, por lo demás, a mayores de servir como abrevadero de fauna (que es para lo que fue construida, represando un arroyuelo), podría ser un buen lugar de reproducción de anfibios, si no fuese porque estaba hasta los topes de fauna invasora americana: gambusias Gambusia holbrooki como la de la imagen, percasoles y cangrejos rojos (estos no los vimos, pero había varios excrementos de nutria en las orillas formados exclusivamente por rojos pedazos de caparazón). De no ser estas fincas de caza, con vallados y densidades demasiado altas de ungulados, los animales podrían apañárselas bien bebiendo valle abajo en el Alberche. De no existir esta charca, el arroyo que la forma seguramente se secará casi todos los veranos: así, libre de esta faun exótica que necesita agua todo el año, serviría como punto de reproducción inmejorable para los anfibios del otoño a la primavera, cuando circulase de nuevo. Por eso es importante que haya solo las represas y embalses imprescindibles...
En fin, aquí veis al animal de grandes orejas que usa la charca para refrescarse, y a sus sufridos papás.
Su mamá, por cierto, es una dibujante de aúpa; aunque fantasiosa, pues ya me gustaría a mí ser tan guay como me ha dibujado en esta lámina... ¡Mil gracias =)!
Me encanta el dibujo!! Y te ha sabido captar bastante bien!
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