lunes, 15 de octubre de 2018

Puente otoñal

 Ya de vuelta en Madrid; la verdad esperaba que estos días por Orense fuesen mucho más incómodos, cruzándome todo el rato con gente a la que dar razón de qué hago de vuelta aquí. Pero la verdad es que ha sido un puente de lo más relajado, y ni siquiera en casa me han atosigado (mucho). He echado el rato comiendo, cómo no, que siempre llego "muy delgado", y paseando junto al río, que estaba (y parece que ya será habitual todos los otoños) forrado de flores exóticas. Vi a JaviP, que no habíamos coincidido desde Navidad, y gracias a él me di cuenta de que la sequía de comentarios en el blog de estos últimos meses no era tal, sino que se estaban metiendo en una carpeta que no conocía; disculpas pues, si nunca visteis el vuestro publicado...

 El momento cumbre de todos estos días (por omisión más que por acción; por lo anodinos que fueron en general los anteriores) fue que nos acercásemos ayer a la aldea, a recoger lo poco que queda por recoger de las cosechas veraniegas. Y a darnos un inesperado atracón de higos:

 La higuera "nueva", cuyas ramas bajan convenientemente hasta el suelo, estaba cargada de ellos, muchos maduros ya, y otros esperemos que en breve, si o llega demasiado frío demasiado rápido. Los mejores, claro, estaban ya todos comidos por las avispas (las normalinas, no las velutinas); que como además los muerden y excavan por la parte que da al interior del árbol, se lleva uno el chasco de ir a echarle la mano a un sicono espectacular y no coger sino una cáscara vacía. Alguna curruca capirotada había también, picando la fruta casi casi entre mis dedos; pero a ellas se lo permito, que hay confianza.

 Y quiso la casualidad que coincidiese justo nuestra visita con la celebración de la Fiesta de la Patata, un evento que, guste o no, sé que a ninguno de vosotros lectores deja indiferente. Veo en las fotos del año pasado que iba mi madre de manga corta, y este en cambio íbamos todos bien abrigados; bien está, supongo, que venga un otoño de meteorología "normal", sea lo que sea eso ya.

El muestrario de patatas "más raras" a concurso, muchas más que el año pasado. La patata premiada más grande se quedó sin embargo a casi un kilo del récord absoluto de 1996 de 2,680 Kg. Que ya es decir. A ver el año que viene...

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