lunes, 24 de diciembre de 2018

Leones republicanos (Repesca Francesa, y V)

 En la plaza de la República de Arlés, el león del escudo de la villa, esculpido con las mil florituras a las que se presta la blanda piedra caliza, se enseñoreaba sobre el dintel de la entrada del ayuntamiento. Pero no era ni mucho menos el único león de toda la plaza, y en cuanto me di cuenta, me dediqué a retratar toda la manada...

 Como buena iglesia medieval, la portada de la catedral de san Trófimo abundaba en iconografías de lo más variado. A simple vista ya se intuyen varios felinos; el más destacado el del león alado de san Marcos, en el tímpano.

 Si os fijáis arriba en las figuras de las jambas, todas son de estatuas de distintos santos, salvo una pequeña composición que retrataba el martirio de san Esteban, que está ya echando el alma por la boca mientras los demás le cascan duro con las piedras. Lo pongo porque ya pasado mañana es su fiesta, pero volvamos con los leones...

 Aquí vemos a Sansón con uno de los gatos, diciéndole al oído para engatusarlo que pronto tendrá la tripa llena de miel, aunque mal sabe él que no será por comerla... me encanta la historia de este hombre.

 Aquí parece que al profeta Daniel los leones no dejan de pedirle caricias con las patas y no le dejan ver la tele tranquilo, o eso deduzco yo de su expresión...

 Por fin, otros leones no participaban en recreaciones de escenas bíblicas, sino que simplemente hacían aquello que se les da mejor: llenar la panza. En este caso, el gesto de angustia del infortunado cristiano me pareció que estaba especialmente conseguido, a pesar del desgaste de los siglos.

 A estos otros dos leones y al ¿animal? que estaban cazando el tiempo tampoco los había tratado demasiado bien... En comparación con los primeros leones, de aspecto mucho más "tradicional", me resultó curioso ver cómo los de estas últimas dos fotos se dan un aire así como oriental, con sonrisas de rana...

Y finalizo ya con uno de los leones de bronce de la base del obelisco del centro de la plaza, a punto de recibir la visita de una paloma. Y la combinación de leones y aves me recuerda (no lo había olvidado, pero...) que tengo aún pendiente otra repesca: una de fotografías invernales tomadas hace unos pocos meses... en lado inverso del globo, claro. Uno de estos días me pongo...

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