El noctario y el acuario del zoo de la Ciudadela que os enseñé ayer estaban muy bien, pero quedaban muchas cosas que ver; cosas que a mis amigos, a los que que no les llamaba especialmente ver un terrario lleno de escarabajos, les tiraban un poco más...
¡Ovejas, por ejemplo! La verdad es que hay tantas razas de animales domésticos que darían de por sí para un zoo muy extenso, entre curioso y esperpéntico. Estas de la imagen son ovejas de Ouessant, una isla de Bretaña que me sonaba desde hace años por ser uno de los lugares típicos donde aparecen aves raras en Francia. No se aprecia en la imagen, pero son la raza de ovejas más pequeña del mundo, de menos de 50 cm de altura en la cruz.
Esta otra oveja tan curiosa, con un color que recuerda bastante al de las cabras montesas, es una oveja de Camerún. Las razas de ovejas africanas carecen de lana, y recuerdan así más a los muflones silvestres de los que proceden.
Y de las ovejas africanas pasamos a otro bicho del mismo continente, pero ya más de mi agrado, pues venía recubierto de plumas en vez de de pelo: un toco de Von der Decken Tockus deckeni, una especie de cálao propia del Cuerno de África. La verdad es que había pocas especies de pájaros en el zoo, y supongo que eso me alegra. También ver que las que había tenían pinta de estar reproduciéndose.
Como los pocos loros que había, por ejemplo, que estaban todos emparejados y bien avenidos. Este de la foto es un kea Nestor notabilis, un bicho la mar de carismático que tenía muchas ganas de ver (y sigo teniendo ganas de verlos en libertad, vaya, en las montañas neozelandesas). Este loro pasa por ser de los animales más inteligentes, y Youtube está lleno de vídeos donde se les ve hacer todo tipo de tareas. También de vídeos donde se les ve hacer gamberradas, tipo destrozar coches en parkings, mangar comida de los turistas y cosas así.
Volvemos al pelo: una mangosta amarilla Cynictis penicillata, muy pequeñaja y mona. Una especie propia, como los más conocidos suricatos, del sur de África, y que como ellos vive también en colonias.
Cambiando de nuevo de continente, nos vamos a Asia: este jabalí filipino Sus philippensis de la foto, que como todos los cerdos hozaba y se revolcaba en el barro con gran alegría, gustó mucho a mis acompañantes por su tupé, y el "cerdo Elvis" se llevó bastantes más fotos que el resto de animales; desde luego muchas más que los ¿insulsos? peces del acuario. Habrase visto...
Había bastantes primates en el zoo de Besanzón, sobre todo grupos reproductores de lemures y de titíes. Os pongo sin más una foto de uno de los langures de Francois Trachypithecus francoisi que había, un mono de indochina tan llamativo de adulto (completamente negro, con cresta y patillas-bigotes decimonónicas blancas) como de recién nacido (¡naranja!).
Y ya para terminar, una última foto de tres primates cegados por el agradable sol del mediodía. Me alegra que ya me queden solo dos semanas para volver a España... pero al mismo tiempo ¡qué pena me va a dar!
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