Perdonad mi ausencia de estas últimas jornadas, pero por una parte he estado ayer hasta ultimísima hora (qué milagro...) acabando cosas en la facultad, y por otra me ha tocado compaginar todo eso con multitud de trámites burocráticos que en su mayoría ha habido que hacer presencialmente: me quejaba la primavera pasada de la cantidad de papeles que había que gestionar para iniciar una vida en un nuevo país, y me quejo ahora de que está siendo un papeleo de ida y vuelta: cerrar la cuenta del banco, arreglar los papeles para que Miguel se quede con el piso (implicando además cambio de titularidad de teléfono, luz, gas...), preparar papeles en la Universidad... y aderezado todo con empezar a preparar la tonelada de papeleo de Sudáfrica. Pero mal que bien he ido rematando todo (aunque, sin culpa mía, me ha quedado por hacer lo que más me interesaba: gestionar el paro francés, que no me hubiese amargado nada cobrar durante el par de meses que vienen...), y tras despedirme ayer, en la facultad y fuera, de todo el que pudo y quiso ser despedido, desde hoy estoy de nuevo parado / de vacaciones / currando gratis; lo típico en Ciencia, vaya. Y mi partida de Dijon, que no de parchís, comienza hoy recibiendo la visita de Marta, que me devuelve la que le hice en mayo en Barcelona. Pasaremos el fin de semana por tierras mostaceras, y el lunes saldremos pronto para Lyon. Tras echar el día , volaremos por la noche a Barcelona. Y desde allí ya iré el martes si Dios quiere a Madrid. A casa :-) Y os emplazo a que en casa nos volvamos a ver...
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