viernes, 31 de marzo de 2017

Floristerías

Me sorprendió esta mañana, mirando por la ventana del tren, que ¿solo? dos semanas más tarde ya pareciese haberse esfumado todo rastro de tojo y brezo florido... 

Pasé la tarde junto a otras flores, que, con ser muy variadas, desprendían todas ese olor a medio camino entre hierba cortada y lejía propio de los ramos de floristería... de los ramos y de las coronas: subí de improviso hoy a Orense porque ayer tarde falleció la mujer de mi tío Julio; mi madrina, para más señas. Primer velatorio que veo en una casa en vez de en un tanatorio, pues aunque mi abuelo se encargó de que, al reformar la casa de la aldea, quedase un bajo bien amplio y accesible desde la calle, con el abiertamente declarado propósito de que se le velase allí llegado el momento, terminó pasando por el recientemente inaugurado velatorio municipal.

...Sin brezos ni tojos, pero en breve empezarán las jaras zamoranas, supongo. En apenas unos días, cuando vuelva de nuevo por Semana Santa, os lo cuento.

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