No estaba el día muy católico, pero como somos previsores, cuando la lluvia se decidió a descargar sobre San Lorenzo de El Escorial nos pilló paraguas en mano... Pero ¿qué se nos había perdido allí esta mañana a Jasper y a mí?
Pues resulta que, a falta de unos días escasos de que el chaval finalice sus ocho años de tesis y posttesis en Madrid, voy y me entero ahora de que tiene como afición visitar y evaluar zoos, acuarios y demás lugares similares. En estos ocho años me contaba que había visitado ¡51! dentro de España, y que esperaba sumar aún dos más. Uno de ellos, Insectpark, un sitio del que yo no había oído hablar nunca... y al que no pudimos acceder, porque estaba cerrado por obras durante dos semanas. En fin, de haber sido un poco más previsores, aparte de llevar paraguas habríamos echado un ojo al Facebook del sitio, para ver si todo estaba en orden...
De lo perdido, saca lo que puedas: ya que habíamos salido de Madrid, y que estábamos en una carreterilla que va bordeando toda la ladera del Abantos, por encima del pueblo, pues nos dimos un paseo muy agradable, disfrutando de las vistas sobre las fresnedas, melojares y encinares del pie de sierra, y viendo al fondo los edificios más altos de la capital, y relumbrar el embalse de Valmayor, cada vez que se abría algún claro entre las espesas nubes. Nubes que hacían que los buitres (leonados y negros) que dan nombre al monte volasen especialmente bajos y como con las alas muy cargadas, como a punto de perder sujeción y caer a plomo.
Buitres y monte que me hicieron entrar en un dilema etimológico: yo estaba seguro de haber leído en algún lado que albatros (el ave marina) venia de abanto (genérico castellano para aves grandes, generalmente buitres); me parecía muy lógico que los primeros marinos en aventurarse por los mares australes y dejar constancia de ello bautizasen esas aves grandes, y que por lo demás consumen de buen grado la basura de los barcos, con el mismo nombre con que llamaban a los buitres de vuelta en la Península. No en vano, el nombre oficial en castellano de los petreles gigantes del género Macronectes, carroñeros de caras peladas, es el de "abanto marino"... ¿Y no resulta que va ahora la RAE y me dice que albatros viene ¡de alcatraz!?¿Perdone? A mí que me lo expliquen mejor, que me parece un salto de fe demasiado grande...
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