Dos borriquillos sorianos |
El Domingo de Ramos es ese día peculiar: con dos lecturas del Evangelio, en el que "la oficial", la que se lee entre la segunda lectura y la homilía, es el relato al completo de la Pasión; y en el que "la que toca", el relato de la entrada del Señor en Jerusalén, se lee nada más empezar la Misa, sin aperitivo ni nada. Y la Pasión está ahí, claro, pero el primer Evangelio habla de fiesta, de niños cantando, de ramos que se agitan, de procesiones de aldea... y de burros: de borricos, pollinos y acémilas. He coincidido estos días en Madrid con Sonia, de vacaciones desde su campamento senegalés, y al enseñarme sus fotos he visto que los pueblos estaban llenos de burros. Espero que sea igual en Sudáfrica, me alegraría mucho...
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