Me sigue haciendo gracia, ya veis qué tontería, ver en los anuncios de alguna academia o particular que enseña idiomas la apostilla de "profesor nativo"; pues siempre me imagino a alguien con taparrabos y una gran máscara de madera, en el estilo de los hechiceros de Mortadelo y Filemón... en fin. En Sudáfrica otra cosa no, pero lo que sobran son lenguas: once idiomas oficiales hay, y otros tantos que hablará la gente por estos pagos... y os parecerá que malo sería entonces no encontrar alguien que hablase también la lengua de Cervantes, ¿no? Pues ya me encontré uno el primer día, de hecho: uno de los técnicos del Departamento, un hombre de mediana edad, resulta que chapurrea el español, a resultas de haber pasado cinco años viviendo en Cuba, allá por los ochenta (y ya le preguntaré más sobre el tema cuando gane en confianza, porque oler, huele raro...). Pero como no es que se desenvuelva con mucha soltura, me dio por buscar alguien más, alguien con quien a poder ser compartir no solo lengua, sino también raíces: ver si había más españoles por la zona, vaya. Fue triste, la verdad, googlear "español Bloemfontein" y ver muchísimos resultados que, no es que fuesen ya de academias, sino que directamente eran solo de traductores en línea... pero esa tarde estaba aburrido, y a base de darle a la tecla acabé localizando ¡un español de verdad!, que vive o vivía en esta ciudad. Pero fue el único que localicé, y encima, investigando un poco más, me lo encontré de vuelta en Castilla, con la carrera científica aparcada, criando ovejas... Y ya me veía yo pues con un pie de vuelta en Vilar de Barrio, cuando al cotillear en una lista que me llegó por correo los nombres de los equipos solicitantes de una serie de proyectos de la universidad, descubrí un par de nombres, con sus dos apellidos, de origen claramente ibérico. Y algunos correos más tarde, acabamos comiendo hoy los tres: el que os escribe, y Alba y Julio, biotecnólogos (del mismo departamento que el leonés de arriba, de hecho) que llevan ya cuatro añitos por aquí con su pequeñaja, y con pinta de quedarse, pues él acaba de conseguir plaza ya de profesor. Un gusto, la verdad, poder comentar en español mis primeras impresiones sobre la fauna y flora locales, y escuchar sus puntos de vista, mucho más fundados que los que pueda tener yo... Cefe, Miguel: os echo mucho de menos. Pero ya me voy haciendo un hueco por aquí también...
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