Un poco raro, hablar de fotos en una entrada sin mostrar ninguna... pero ya sería una pena que, con la poca actividad que tiene este blog, encima lo cerrasen por temas de derechos de autor. En fin, al lío: fui el martes al Colegio de Arquitectos de Madrid a ver las imágenes más destacadas de la edición de 2018 del concurso de Wildlife Photographer of the Year, y me apunté diez que me gustaron, ya por la imagen en sí, ya por la imagen que contaban, o insinuaban. Aún está abierta este fin de semana, así que siempre podéis pasaros y decirme luego que "menuda selección más pobre; había otras mucho mejores..." Aquí van, sin seguir ningún orden especial:
- Night Snack. Audun Rikardsen. Una orca cenando arenques, apenas iluminada por los focos de una barca de pesca. Me gustó por la textura, casi de acuarela o de poster de hippy...
- Small World. Carlos Pérez Narval. Una mariquita en un "bosque" de piedra. Muy simple, muy bonita, y humillantemente perspicaz dada la juventud del autor.
- The catch. Robert Irwin. Otra gran foto de un joven fotógrafo. Me gustó porque trasmite muy bien la idea de que, en Australia, todo es peligroso, todo está deseando matar(te).
- Ghost colony. Jayesh Joshi. Una panorámica nocturna de una colonia de flamencos abandonada; el brillo de los huevos me hizo pensar en iglús con la luz encendida...
- The ice pool. Cristóbal Serrano. Uno tarda en darse cuenta de qué es cada cosa en la foto; me gustó mucho ese efecto de "ilusión óptica".
- Ahead in the game. Nicholas Dyer. Al verla pensé en lo mismo que, instantes después, pude leer que comentaba el fotógrafo respecto de su imagen: una mezcla de "eso no se hace con los muertos" y de alegría contagiosa de los cachorretes.
- Blood thirsty. Thomas P. Peschak. Me gustó porque ilustraba tanto la adaptabilidad de los animales insulares (en este caso un pinzón de Darwin) a cualquier fuente de alimento que se ponga a tiro, como la impasibilidad de las aves marinas en tierra, que tantos problemas les ha acarreado cuando colonias antes seguras se ven invadidas por depredadores.
- Hellbent. David Herasimtschuk. Ver la salamandra gigante tragarse una culebra de agua como si fuese una lombricilla cualquiera me descolocó completamente; parecía una escena traída directamente desde el Pérmico...
- Eye to eye. Emanuele Biggi. "En tiempo de guerra, cualquier agujero es trinchera".
- The Sad Clown. Joan de la Malla. Y termino con un poco de fotodenuncia: si ya los payasos por necesidad son tristes de por sí, ¡cuánto más uno que ni sabe por qué sufre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario