miércoles, 4 de mayo de 2016

Festejando de uniforme

Barcelona, al menos este fin de semana, era toda ella una despedida de soltero. Ya en mi avión venían un par de ellas, uniformes en regla y todo, y al llegar al Prat estaba aquello ya invadido. Es algo que refuerza una de las cosas que hacen que Barcelona me guste un poco menos que Madrid: la sensación de estar en una especie de parque temático, más que en una ciudad. En el centro al menos, claro, que es donde siempre termina uno pasando el rato. Y supongo que el centro de Madrid puede dar la misma impresión; será sin más que allí hacía más vida de barrio...
Bueno, que me lío. Me viene al pelo lo de las despedidas para presentaros, en mi artículo del mes de mayo de EMNMM, a otros que también recorren la Sierra alborotando de continuo, bien uniformados y en comandita. Y además, el resto de la revista, que cumple cuatro años en la Red.


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