Retomamos el recorrido de la chouette donde lo dejamos el fin de semana pasado: "por detrás" de Nôtre Dame (al oeste, vaya). Y por detrás lo que hay son unas cuantas calles y casas de aire muy medieval. Por fuera la gran mayoría de ellas es de este palo: un entramado de vigas de madera que, combinadas con adobe, forman los lienzos de la fachada. El adobe, que en gallego llamamos "pallabarro", un nombre descriptivo a más no poder, me inspira un cariño de lo más tonto y superficial: cuando de pequeño íbamos a Misa a la catedral en Orense, antes de que el casco viejo se llevase un buen lavado de cara, las paredes de muchas de las casas ruinosas donde se albergaban los drogadictos estaban hechas de adobe. Recuerdos infantiles que se le quedan a uno...
Por lo demás, las casas "bien", en vez de con adobe crudo rellenan el espacio entre las vigas de madera con pequeños ladrillos esmaltados. Esta arquitectura tradicional borgoñona consume un par de números del recorrido.
Rue des Verreries, una de las que conserva un mayor número de casas antiguas de éstas... uno la ve de pasada de camino al número 12, con el que concluimos la entrada de hoy.
Y este 12 corresponde a la Place du Théâtre, teatro que es de estilo neoclásico, y que se levanta donde en su momento se encontraba el poblado galorromano de Divio, germen de la ciudad actual.
La verdad es que la importancia que el recorrido de la chouette da a cada una de las paradas es de lo más subjetiva: gasta un número tanto en una única casa como las de arriba, como en todo lo que hay que ver en esta plaza. El teatro de hecho no da mucho más de sí, y son mucho más entretenidas de ver La Nef ("la nave"), la antigua abadía de Saint Étienne, desacralizada durante la Revolución, y que tras albergar la cámara de comercio aloja actualmente una biblioteca municipal; y la iglesia de Saint Michel al fondo, y a la que el recorrido ni siquiera se acerca.
Pero ya me acerco yo por vosotros para que podáis echar una ojeada siquiera a la fachada renacentista, que bien lo merece. En las torres de esta iglesia parece estar asentada una pareja de cernícalos vulgares, y otra en Nôtre Dame; y las vi discutir de manera bastante poco amistosa entre ellas. Qué gritones llegan a ser estos bichos, y ¡qué de recuerdos me traen!
Y ya llega por hoy; habrá más chouette en breve. Y ya que estamos a sábado, cierro con una de las imágenes de la Virgen que se encuentra uno un poco al azar por las casas del centro. Que paséis buen fin de semana.
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