Ayer por la mañana me parecía que tardaba el tranvía más de lo habitual, y por fin me di cuenta de que uno de los paneles luminosos informativos explicaba el porqué: hasta el próximo viernes 22 estamos en periodo "anís", en vez del "grosella" habitual de los días laborables. ¿Y eso por qué? Pues porque estamos inmersos en plenas vacaciones "de baja intensidad", las vacaciones de Pascua. Resulta que aquí en Francia, de otra cosa no, pero de vacaciones escolares (y universitarias; está el campus vacío) andan sobrados: más o menos cada mes y medio tienen una semana o dos de vacaciones, a mayores de los dos meses de verano. De esta manera, tienen a caballo entre octubre y noviembre las dos semanas de "Todos los Santos", luego las dos de Navidad, cuando llegué a mediados de febrero estaban en plenas vacaciones de invierno, y ahora éstas de Pascua (desligadas de la Semana Santa religiosa). Lo curioso es que además estas dos últimas, las de invierno y las de Pascua, no son a la vez en todo el país, sino que se tienen en tres tandas, según regiones diseñadas para que agrupen más o menos un tercio de la población estudiantil, con el objetivo abiertamente declarado de que las zonas vacacionales (estaciones de esquí, principalmente; imagino que también la costa mediterránea por estas fechas) estén funcionando a un ritmo constante, pero no exagerado (como si todo el país librase a la vez) ,durante más tiempo... Qué cosas ve uno cuando sale de casa.
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