En la residencia en que estoy estos días (al menos estos días, tal vez todo el año... ya os enseñaré fotos) esta todo muy limpio y no hay cucarachas... cucarachas no, pero grillos Acheta domestica como los que le dábamos a las lagartijas sí. Y parecer, parecen más limpitos que las cucarachas... pero cantan. Así que cada noche desahucio algunos por la ventana, esperando que se los coma alguno de los fiscales que abundan por el campus.
Me encontré a este otro primo suyo hoy al volver de la facultad a casa, aposentado en medio del camino. No me importaría que se lo comiese un fiscal, pero sí que lo pisase alguien, de modo que me lo llevé de paseo un rato. Era mucho más vistoso que las langostas que tenemos en Europa; me encantaron las espinas de las tibias traseras, como mojadas en sangre...
La que me temo ya no tenía sangre era esta avefría armada Vanellus armatus, que también me encontré junto al camino, en uno de los campos de cricket. ¡Qué pequeños lucen los bichos de cerca! Nada que ver cuando se las ve corriendo por la hierba, que casi parece que miden igual que una gallina.
Lo de "armadas" les viene por la espina que protruye de la articulación carpal (la muñeca, vaya), que tienen esta y otras especies de avefría, y que emplean para hacerse pupita cuando se pelean a aletazos, o si le quieren dar un repaso a alguien que se les acerque a los nidos.
Ya veis: ha tocado "safari" hoy. Por la mañana conseguí hacerme ya con un número de móvil, y el resto del día he estado preparando una presentación sobre mí y lo que he hecho en mi vida investigadora; no han perdido el tiempo, a la hora de pedirme que diese un seminario, ya veis. Mejor: al menos así teniéndolos a todos en una sala podré hacerme con las caras. Con los nombres, ya veremos...
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