Y al igual que el aniversario de ayer me pillaba de buenas, el de hoy... bueno, de menos buenas. Es lo que tiene esto, que por mucho que tu madre te diga que prepares oposiciones, uno tiene a veces la irrefrenable curiosidad de saber qué pasa al apretar el gatillo. Y mientras uno vive a veces con la sensación de ser un eterno universitario, tus amigos de fuera de la cárcel keep a movin' y hay veces en que uno parece que sólo ve pasar el tren. En fin, hasta los cuarenta años y un día terminan, y ya llegará el día de la plaza titular, el día de tomar café y fumar puros. O al menos, de continuar viaje a San Antón. A Dios gracias, ése se puede hacer por muchas vías distintas...
Y además, pese a todo, cada vez me gusta más esta canción.
Y además, pese a todo, cada vez me gusta más esta canción.
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