Una zona dunar en algún punto de Algoas Bay, activas aún algunas dunas, cubiertas y estabilizadas otras por una capa de plantas rastreras y tapizantes. En la interfase entre ambas es donde buscábamos nosotros, rastrillando la arena hasta que apareciese alguna forma culebreante intentando esconderse de nuevo. Las más de las veces eran los eslizones que buscábamos, pero no siempre...
... ¡por fin! Y digo "por fin" porque tras casi un año en este país donde se supone que son tan abundantes apenas sí las había visto en cautividad, por fin algunas de las "formas culebreantes" resultaron ser culebras de verdad. Tres encontramos en el viaje, y las tres distintas. Y las tres por suerte bastante dóciles y fáciles de identificar. Esta pequeñez de la foto es una víbora nocturna Causus rhombeatus, fácil de identificar por la marca en forma de V de la nuca. Es un animal que se alimenta sobre todo de batracios, y que se gasta un veneno no mortal, pero lo suficientemente potente como para estropearle a uno un brazo.
Ranas y sapos son también el alimento favorito de esta culebra de labios rojos Crotaphopeltis hotamboeia, una de las serpientes más frecuentes del país. También es venenosa, pero muy poquito, tipo nuestra culebra bastarda
La que ya no tiene veneno, pues sus presas no es que sean especialmente combativas, es la Duberria lutrix, una serpiente muy pequeñita que se alimenta de babosas y caracoles.
De tanto en cuanto, los animales serpenteantes sí tenían patas. Este es otro Trachylepis que sumar a los varios que ya llevo en el país: un escinco de costados rojos Trachylepis homalocephala jovencito. No se movía apenas cuando lo cogimos y pensamos que le habíamos hecho daño, pero en el momento de ponerlo en el suelo salió por patas como alma que lleva el diablo...
Un minúsculo Pachycactylus maculatus, que un poco más y nos lo encontramos aún dentro del huevo. En España tendemos a pensar que los gecos son animales de paredes, grietas de troncos y así, pero eso es porque apenas sí tenemos dos especies de salamanquesas (y para eso, la rosada es introducida); en países como Sudáfrica, donde las especies de gecos se cuentan por decenas, hay muchas especies mayormente terrestres, como esta.
Me vais a perdonar que tantas de las fotos de reptiles de estas entradas sean de bichos en mano, que ni me gusta ni es lo recomendable; los animales donde tienen que estar es en el suelo, haciendo sus cosas. Pero es que al ir muestreando los animales desaparecían en segundos, por lo que echábamos la mano primero y preguntábamos luego...
Cierro ya con una última tortuga Chersina angulata, que tras verlas tanto en las entradas de la zona de Grahamstown seguro que las echabais de menos. Además que esta se ve bien hermosa: era joven y estaba lavadita de la lluvia, de forma que lucía como recién pintada.
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