Con todo lo que pueda haber cambiado mi vida en estas dos semanas en Dijon, o en el año que me queda por delante, las pequeñas tareas cotidianas permanecen, necesariamente: ir a la compra, poner la lavadora, planchar... y escuchar música, mientras. Y no me preguntéis cómo la he encontrado, o cómo es que no la conocía hasta ahora, pero desde luego esta canción de Astrud merece toda la publicidad que se le pueda dar. Empieza como a la mitad del vídeo, pero yo diría que todo él es necesario...
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