Toma palabros. Pero veamos dónde y en qué contexto los he escuchado, veamos: si bien entre semana nunca paro a desayunar más de lo necesario (de tiempo, hablo; con la cantidad siempre soy generoso) y me quedo en la cocina de pie, a veces los fines de semana me siento delante de la televisión y echo un rato algo más largo. Coincidió ayer que estuve viendo un rato Agrosfera, y me quedé pensativo después de escuchar un par de declaraciones de comerciales españoles en Fruit Logistica, una feria comercial de frutas y verduras que se celebra anualmente en Berlín (a partir del minuto 11 del vídeo que enlazo). Comentaba el reportaje que el sector hortofrutícola español vivía sobre todo de la exportación al norte de Europa, pero claro, como comentaba el primer entrevistado, "eso del cambio climático que se apostillaba (sic) hace unos años comenzamos a verlo en realidad", y si en el norte cada vez hace menos frío y pueden plantar ellos lo que ahora les vendemos nosotros, mal negocio. El consumo local es una de las muchas medidas disponibles para frenar ese cambio climático del que usted me habla: resumiendo, si te comes lo que crece en la huerta de al lado, en vez de que se lo lleven a vender a x miles de Km y que a ti te traigan comida de otros tantos miles de Km de fuera, pues eso que se ahorra en combustible (y tantos otros costes asociados). Es una medida que cuesta mucho: no en euros, sino en cambio radical de modelo de mercado, y de mentalidades, que cuesta más aún. En Alemania van algo más avanzados, pero se quejaba otro de los entrevistados en el reportaje de que eso era "neoproteccionismo emocional". Y cágate lorito. Lo será si lo hacen los alemanes, claro; seguro que no lo sería si los españoles le comprásemos sus productos, en vez de los que vienen de Marruecos... No sé, que pruebe a vendérnoslos aquí...
Me ha quedado una entrada simplona, demagógica y hasta populista, ya. Pero es que me chocó bastante ver en el mismo reportaje quejas sobre el problema... y quejas sobre la "solución". Y entrecomillo lo de la solución porque, por muy alemanes que sean los alemanes, no creo que de repente todo lo que coman provenga del consumo local, ni mucho menos. Pero siempre ha sido mas fácil echarle la culpa a algo que uno no puede controlar, y sobre lo que por consiguiente carece de responsabilidad. La culpa es del neoproteccionismo emocional.
Me ha quedado una entrada simplona, demagógica y hasta populista, ya. Pero es que me chocó bastante ver en el mismo reportaje quejas sobre el problema... y quejas sobre la "solución". Y entrecomillo lo de la solución porque, por muy alemanes que sean los alemanes, no creo que de repente todo lo que coman provenga del consumo local, ni mucho menos. Pero siempre ha sido mas fácil echarle la culpa a algo que uno no puede controlar, y sobre lo que por consiguiente carece de responsabilidad. La culpa es del neoproteccionismo emocional.
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