Tres españoles, digo. Apenas dos semanas después de que llegase Cefe, se ha incorporado al departamento Miguel, que también viene por un año, desde Madrid. Un tío con suerte, que sólo ha tenido que esperar seis meses y un poco de Decathlon entre la defensa y la postdoc... Un dato: comentando ayer cómo habíamos conseguido nuestros respectivos contratos, resultó que los tres compartíamos una historia muy similar: nuestros jefes actuales nos conocían de oídas a través de terceras personas o de congresos, y vinieron a buscarnos para ofrecernos el puesto. Y al final uno se mata a preparar cartas de presentación y echar solicitudes... ¿para qué? Las vueltas que da la vida, ya ves, y ya veis lo importante que es ser majo con todos, que el mundo es un pañuelo.
Y con la llegada de ambos, en lo que va de octubre he hablado más que en los ocho meses anteriores. Y no era precisamente por no saber francés...
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