Hoy ha sucedido lo que muy pocas veces desde que estoy en Bloemfontein: ha amanecido nublado. Y no solo nublado, sino lloviendo incluso. Me he acordado de todas las tormentas y temporales que habéis pasado este invierno por ahí arriba; y me he acordado también de Ramón, el editor de Es Madrid no Madriz. Puede que hayáis echado en falta el número de febrero; es que no llegó a salir. Pero tras haber tenido que luchar contra los elementos, Ramón ha sacado adelante el número de marzo, y seguro que después de leerlo estaréis ya esperando el de abril. Este que toca ahora va sin colaboración mía, pero eso es lo de menos, que el resto del contenido es tan interesante como siempre. Que lo disfrutéis.
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