Casualidad o no, justo mientras ayer os hablaba de una investigación desarrollada en la Estación Biológica de Doñana, salió la resolución de las Juan de la Cierva (un mes antes que el año pasado; se agradece que no lo tengan a uno en vilo, la verdad), denegándome por cuarta y última vez la oportunidad de incorporarme a dicho centro. Digo "por última" porque este año cumplo en septiembre cinco tras la defensa de la tesis, y ese es el límite que las becas postdoctorales con plazo más flexibles suelen marcar como límite, esta incluida... a Dios gracias, las hay sin plazos. Y más cosas he pedido ya; una en concreto que debería resolverse también en breve, y que si pita bien me llevará a tacharme un continente nuevo. Cuando toque ya lo contaré... y entremedias, siempre nos quedará el humor.
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