domingo, 9 de septiembre de 2018

Al final del shabat

Tras detenerse el viernes al caer la tarde, como tantos otros servicios en este país, el sábado por la tarde se reanuda en Israel el transporte público, justo a tiempo de que Nick (otro estudiante católico que he encontrado aquí) y yo lleguemos a Beerseba para ir a misa en inglés a la parroquia que allí hay. Una congregación no muy numerosa (la de misa en hebreo parece que lo es algo más) compuesta a medias por chachas filipinas (que imponen su ley y hacen que los cánticos sean en tagalo) y estudiantes de diversos países. Estudiantes que, finalizada la misa en el bajo de un chalet convertido en capilla, suben (subimos) al piso de arriba, la "rectoral", a cenar con el párroco, polaco. Otra ocasión, como los encuentros entre estudiantes de que hablaba ayer, de socializar con expatriados. Ni tan mal...

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