sábado, 8 de septiembre de 2018

Una hora y un día de adelanto

A la espera de ver en qué queda lo del cambio de hora (no solo si se suprime el cambio verano/invierno, sino si os quedáis en España en el huso actual), por de pronto os llega con saber que aquí en Israel es una hora más (así que no me llaméis al wasap pasadas vuestras diez :-p). Pero mentalmente esta semana he empezado a vivir como si, de hecho, fuese un día más: tengo que adaptarme a que los fines de semana ocupen viernes y sábado, en vez de sábado y domingo; al final los calendarios "ingleses" en los que el domingo es el primer día de la semana me van a venir bien...

Más desierto...
Primer fin de semana que estoy empleando en ampliar mi conocimiento: tanto del pueblo como de sus gentes. Una novedad muy agradable de esta tercera postdoc es que la comunidad estudiantil es bastante activa y abierta: a través de esta web, que tiene una lista de correo bastante activa, y de ir conociendo "a X, que conoce a Y, que sabe que Z hace..." he ido consiguiendo cacharros y cubiertos para poder comer (mi casa, salvo los muebles, estaba vacía), ir conociendo gente a la que le gusta salir al campo, o que me invitasen ayer a cenar. Poco que ver, desde luego, con las comunidades de gente amable-pero-cada-uno-en-su-casa con que, salvo excepciones, me encontré en Dijon o Bloemfontein. Será el carácter mediterráneo, será que este sitio está tan aislado que no queda otra, será... lo que sea. Pero sea lo que sea, lo agradezco enormemente.

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